Romanos 7:12
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
 
Romanos 8:3
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
 
La santidad no se logra por medio de regulaciones disciplinarias:
 
Colosenses 2:20-23
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
 
La santidad es el resultado o fruto de una nueva criatura:
 
Romanos 6:22
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
​

La persona natural no puede agradar a Dios por su propio esfuerzo, por más que quiera hacerlo:
 
Jeremías 13:23
¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?
 
Romanos 7:14-24
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

​Entendiendo que según la enseñanza dada por el Señor Jesús a Nicodemo, la salvación no puede ser un acto instantáneo sino todo un proceso.
 
Juan 3:3b
“…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
 
Como Nicodemo sólo pensaba en nacer por segunda vez del vientre de su mamá, Jesús le dijo:
 
Juan 3:12
Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
 
Y esa analogía ya la había establecido en el Antiguo Testamento:
 
Eclesiastés 11:5
Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
 
Un niño no nace de una vez. Es todo un proceso durante el cual debe ser engendrado, concebido, gestado, y si todo trancurre normalmente, tendremos un bebé a los nueve meses.